Alejandra Ibarra Muñoz

Los dioses de mi olimpo
Cuatro corazónes he querido, en distintos momentos, ninguno adorna los días de la modernidad, aún así, no carecen de mis atenciónes.
La historía comenzó en Eros, él descubrió la tierra de mis latídos, sin embargo Ares con su guerra lo embelecó y le robo mi cariño, me hizo desdeñar nuestro idílio.
El día más triste, Apolo cantando llegó a mi alma, divertidos juntos su música bailámos, aún no me canso de escucharlo;
Por último, y por ahora me refiero a Heracles, atí te falto más magía y menos trucos tan repetidos para tener por siempre los dulces besos y las bonitas piernas de Afrodita, quién por haber sido novía y concubína tiene en su mente miles de histórias que le combinan, es más despierta y no tan confiada, como lo era siendo Artemisa.
AIM 16714
