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Alejandra Ibarra Muñoz

Sin ayer, no existe un hoy.
Vivo olvidando lo malo y recordando lo bueno, eso implica abrir las puertas de mi vida a personas del pasado, aunque muchos lo vean como falta de dignidad, no puedo ser malévola. Aún así, las cosas han cambiado ya no significan para mí el dios que antes representaban.
La diferencia entre el ayer y hoy, es que al escuchar sus palabras ya no me ilusióno,hoy veo más allá de los detálles.
AIM 14714

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